jueves, 8 de marzo de 2012

Figura Humana

Cuerpo Humano:

En este ejercicio se debe de conocer cuáles son las proporciones que en general tenemos todas las personas, por lo que se necesita comprender algunas de las medidas estándar, como por ejemplo: que el tamaño de la cabeza debe de ser la séptima parte del cuerpo, los codos llegan aproximadamente a la altura de la cintura, los brazos llegan hasta la parte superior de los muslos, etc.
Para lograr dibujar el cuerpo tenemos que observar el muñeco articulado para ver todas aquellas características y darnos una idea de cómo debemos de dibujar un cuerpo.


Vista frontal y lateral

 

Continuar con el ejercicio de la sesión anterior, en esta ocasión haciendo la representación  del cuerpo humano con una secuencia de movimiento.
Realizar tres figuras humanas simulando que caminan, posteriormente dibujar otra secuencia que nos permita entender  cómo corre y por último cómo salta.
Basarnos en el muñeco articulado para entender de manera adecuada las proporciones y los movimientos de éste al estar tres distintos movimientos.



Caminando



Saltando

Corriendo


Rostro Humano:


Comenzar a entender la forma del rostro humano a partir de los apuntes dados en clase.
Tomar en cuenta las proporciones que en general tenemos todas las personas, aunque pueden existir pequeñas variaciones la mayoría de las veces es igual en todas las personas.
Con la ayuda de un espejo grande ayudarnos a observar nuestro rostro y así comenzar a elaborar el dibujo de nuestra cara, teniendo cuidado en la forma y la proporción de la nariz, cejas, boca, ojos, orejas, etc.



Manos:


En este ejercicio, comenzamos por estudiar varias características esenciales que tienen nuestras manos, para así lograr dibujarlas en distintas perspectivas en las cuales se pueda ver su respectiva proporción y que podamos percibir también el movimiento de éstas.
Primero trazamos nuestra mano para que a partir de ella, pusiéramos las líneas bases para ubicar los nudillos de cada dedo.
Posteriormente realizamos varios dibujos de nuestras propias manos y una de un compañero, tratándonos de basar en las líneas con las que se ubican los nudillos de los dedos para poder entender el movimiento de los dedos.





Por: Mery Levy


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